Provided: Andrea Nuñez
Date: 06 Apr 2020
Al momento de escribir este artículo, la pandemia global del coronavirus se ha extendido de forma inexorable, cobrándose miles de víctimas. En el mundo hay 1012.800 casos diagnosticados, más de 52.500 fallecidos y 195.000 personas curadas. Más de la mitad de los casos se concentran en Europa: en el Viejo Continente se registran más de medio millón de casos y 37.500 personas han perdido la vida. España e Italia son los lugares más afectados, con más muertes que las publicadas de forma oficial por China. En España cerca de 11.000 personas han muerto, mientras que en Italia la cifra de víctimas mortales roza las 14.000.
Se calcula que en la actualidad en torno a un tercio de la humanidad se encuentra bloqueado de alguna u otra manera, ya sea por medidas de movilidad restrictiva o por el confinamiento total en el interior de sus hogares. Cada país ha dispuesto su propio paquete de medidas excepcionales para frenar el avance de los contagios y aplanar la curva, desde decretar el estado de alarma a paralizar la actividad económica no esencial, imponer multas y penas de cárcel, prohibir las reuniones de x número de personas, suspender vuelos o realizar test entre la población.
Hoy repasaremos las medidas que han tomado los principales países europeos que más padecen la expansión del COVID-19, la enfermedad causada por el virus SARS-COV-2. Hablaremos de las directrices gubernamentales para limitar los contagios y frenar el avance de contagios y víctimas mortales de la pandemia por parte de España, Italia, Reino Unido y Francia.
En nuestro país se decretó el estado de alarma el pasado 14 de marzo y amplió en dos ocasiones la prórroga de quince días, por lo que en la actualidad este no finalizará hasta el próximo 26 de abril, aunque el Gobierno ha decidido ir ampliando de forma progresiva la actividad económica.
En nuestro país toda la población debe permanecer en casa hasta el fin del estado de alarma, salvo aquellas personas que deban acudir a trabajar y excepciones como cuidar a una persona mayor o dependiente, acudir a por alimentos, medicamentos o bienes de primera necesidad.
Para combatir la crisis del coronavirus se decretó la movilización de 200.000 millones de euros, el 20% del PIB anual. Destacan 600 millones de euros para servicios sociales con especial hincapié en personas mayores y dependientes, protección de los suministros básicos, flexibilización de los ERTE, posibilidad para autónomos y empresas de solicitar una moratoria en el abono de la cuota, microcréditos públicos para afrontar el alquiler, moratoria para el pago de hipotecas y apoyo a la investigación para hallar una vacuna. En este sentido se aprobó una linea 30 millones de euros para el CSIC y al Instituto de Salud Carlos III.
Además, se ha ampliado la cobertura sanitaria con creación de hospitales de campaña en lugares estratégicos o la habilitación, como se ha hecho en Madrid, de espacios como IFEMA, creando hospitales específicos para tratar el Covid-19. En España, de forma más laxa que China, se sigue la línea más restrictiva para evitar la propagación del virus.
Mientras que España concentra el 20% de las víctimas mortales a nivel mundial por el coronavirus, Italia se trata del país más afectado por el COVID-19. Italia decretó el pasado 11 de marzo confinamiento para todo el país, obligando a todos los ciudadanos a las mismas medidas, basadas en quedarse en casa. Anteriormente los focos de contagio del norte y en Lombardía y otras 14 provincias ya se habían cerrado.
Se prohibieron los desplazamientos de cualquier índole salvo por urgencias sanitarias, necesidad o motivos laborales. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte decretó el cierre de las actividades económicas esenciales dos semanas después para intentar doblegar la curva de contagios. También emitió una ordenanza para establecer cierre de parques, villas, áreas de juego y jardines públicos en todo el país mediterráneo.
Se prohíbe “realizar actividades lúdicas o recreativas al aire libre", aunque por el momento se sigue consintiendo la práctica del deporte como correr o ciclismo "pero en proximidad de la vivienda y respetando la distancia de seguridad de un metro entre las personas.
Mientras que la fecha prevista para el fin del confinamiento era el 3 de abril, el pasado miércoles se anunció la ampliación de las medidas. La población deberá seguir quedándose en casa hasta el 13 de abril para contener la pandemia del coronavirus, ya que aunque se han obtenido resultados esperanzadores respecto a la reducción de los contagios, son insuficientes para la apertura a otro tipo de condiciones.
En Reino Unido han tenido que girar el timón y cambiar de estrategia dada la rápida expansión del coronavirus en el país británico y la insuficiencia de las medidas propuestas en su comienzo. Al principio Boris Johnson amparó la lucha contra el virus en la inmunidad de grupo, sacrificando vidas entre los más mayores para salvaguardar el ritmo de la economía. Cuando el Imperial College de Londres publicó en su previsión que podrían perecer en UK hasta 260.000 personas entre el coronavirus y otras enfermedades que el NHS no podría tratar, Reino Unido decidió implantar un paquete de medidas similar a las de Italia.
Desde el pasado 23 de marzo se anunció para todos los británicos el confinamiento en sus casas para intentar frenar la expansión de contagios: se decretó también el cierre de todos los comercios que no vendan productos esenciales. También cerraron iglesias, bibliotecas, zonas de recreo, bares, restaurantes o salas de conciertos, prohibiéndose bodas y bautizos, aunque no funerales. La normativa permanecerá vigente durante tres semanas a la espera de nuevas evidencias que reflejen si puede haber una apertura o por el contrario, prolongar la cuarentena para la población.
Eso sí, existen excepciones para salir a la calle, siendo más laxas y flexibles que en España: pueden hacerse las compras necesarias, hacer ejercicio en el exterior una vez al día de forma individual o en compañía de otros miembros del hogar, atender necesidades médicas o solidarias e ir y volver del trabajo.
Francia tomó la de decisión de iniciar un confinamiento que exige un certificado para moverse, desplegando unos cien mil policías que realizan controles de personas y vehículos para evitar que la población se desplace de forma innecesaria. Debido a la baja respuesta obtenida de la población ante la recomendación de quedarse en casa, las autoridades francesas.
El “certificado de desplazamiento excepcional” se basa en la buena fe y en el honor de la persona: en él se escribe el nombre, la fecha de nacimiento y la dirección y se marca una cruz sobre uno de los cinco motivos que autorizan a salir de casa.
En Francia se puede acudir al trabajo si este no puede hacerse fe forma teletemática, ir al banco, a la oficina de correos o a comprar la prensa, comprar alimentos de primera necesidad como artículos de higiene o alimentos o a repostar carburante, así como asistir a personas vulnerables o cuidar niños pequeños. Al contrario que en España, se permite la actividad física individual en el exterior, aunque no el deporte en grupo.
Alemania se trata del quinto país con más infecciones registradas. En este lugar de la UE se han prolongado las medidas de aislamiento hasta por lo menos el 19 de abril. Aunque las restricciones iniciales se adoptaron para dos semanas, los datos exigen continuar limitando los contactos y manteniendo la distancia social para salvar vidas. Además, se hacen cerca de medio millón de test a la semana y planea incrementar drásticamente esa cifra como medida de contención.
Las reglas generales son quedarse en casa, aunque se permite salir al exterior a tomar el aire fresco o hacer deporte. Como máximo se puede salir de dos en dos a excepción de las familias, que pueden hacerlo en grupos más grandes, siempre preservando la distancia mínima de un metro y medio. Todas las escuelas, centros educativos y comercios continúan cerrados. Cada Estado federado aplica sus propias medidas individuales en base a las directrices del gobierno.
En el aspecto sanitario, Alemania destaca por sus bajas cifras de muertos: finalizaron marzo con tan solo 616 decesos. Tres factores esenciales lo explican: pruebas masivas, infraestructura hospitalaria superior y alta preparación del personal sanitario. Mientras que Italia o España hacen de media entre 50.000 y los 100.000 pruebas de coronavirus por semana, Alemania roza el medio millón.
Para finalizar, Alemania cuenta con la cifra más alta de camas en Europa para enfrentar esta pandemia sanitaria: el número de plazas se va a duplicar y ya ha pasado de 20.000 a 30.000, según declaraba el presidente de la Asociación Médica Alemana.
